Dr. Juan Antonio Díaz Garrido
Horus Laffite Cabrera
Raquel Zúñiga Costa

Si el estigma tiene un reflejo sobre la visión que tenemos del paciente identificado como “psicótico” y de forma predictiva sobre su comportamiento en múltiples contextos, nos debemos preguntar cómo hemos llegado a ese entendimiento de la psicosis, su concepto y sobre todo cómo influye en nosotros. Hacemos predicciones sobre el comportamiento de la persona que tiene experiencias psicóticas y aceptamos sin crítica alguna que es el psiquiatra quien únicamente debe abordar este tipo de problemas humanos. La psicología queda así supeditada a la intervención de la anterior. ¿Forma parte este estigma de la forma que tenemos de ver la psicosis y sobre la forma de entender nuestro abordaje en la misma? ¿Realmente el psicólogo debe dirigirse a atender a problemas llamados “menores”?

Es momento de cambiar

Si eres de los que se hace preguntas, si eres de los que te basan en datos empíricos, desde luego ya sabes cuál es la respuesta. Numerosos estudios ECA y sus resultados están poniendo en entredicho esa visión, colocando las intervenciones psicológicas modernas en la primera línea de abordaje. Múltiples modelos psicoterapéuticos como la terapia metacognitiva, la terapia de aceptación y compromiso, el diálogo abierto, el mindfulness, la terapia centrada en la compasión, la terapia cognitiva centrada en la persona, las terapias familiares, las terapias cognitivas de segunda generación, los modelos como el “hearing voices” o el “proyecto Icaro”, por citar algunas de las más relevantes, nos demuestran que cada vez tenemos más herramientas y abordajes útiles para tratar de forma sistemática las experiencias psicóticas con resultados óptimos. Y no solo eso, sino que distintos estudios indican que cada vez es más solicitada por personas con experiencias psicóticas. A esto le debemos unir el mensaje que reputados profesionales dan sobre la necesidad de respetar la decisión del paciente sobre el modelo de intervención que desee para sí, sea farmacológico o psicoterapéutico o una mezcla de ambas.

Con los resultados empíricos actuales en la mano, podemos afirmar que es la hora de las intervenciones psicológicas en psicosis. Para ello es fundamental que el profesional se nutra de una formación pertinente y especializada en estos problemas humanos. La formación de calidad es necesaria, así como agarrarnos a un modelo que nos aporte una explicación y un proceder en la misma. Empezar no solo a normalizar la esquizofrenia y las demás psicosis, sino a “naturalizar” desde modelos transdiagnósticos su sufrimiento y atrevernos a actuar en ellos con la debida formación.

Es el momento del cambio de paradigma en la conceptualización y abordaje de los trastornos del espectro psicótico. Como resultado de ello, asistimos un acercamiento desde la ciencia más humana, más cálida, más cercana. Empoderando y haciendo a la persona sujeto activo (y no pasivo) en su recuperación.

Fórmate en la psicosis y atrévete a ayudar a cualquier persona que lo necesite. Serás de mucha ayuda en asociaciones, fundaciones, ámbito privado o ámbito público. En cualquier contexto será útil tu intervención.

Es la hora de la formación en psicoterapia, es la hora de ayudar en la psicosis. 

Atrévete con la psicosis.