El análisis funcional de la conducta es una perspectiva teórica y metodológica desarrollada por el psicólogo estadounidense B.F. Skinner, que busca comprender el comportamiento humano a través del estudio de las relaciones funcionales entre las variables que lo influencian. En este artículo, explicaremos las características fundamentales de esta aproximación y su importancia en la comprensión de la conducta.

Es super importante tener presente que el análisis de la conducta adopta siempre una posición probabilística, se asume más humildemente que se pueden identificar diferentes variables que influyen sobre el fenómeno entendiendo que este es multicausado, entendiendo estas variables queda mejor comprendido el fenómeno.

Relación Causal: La primera idea central del análisis funcional de la conducta establece que al cambiar el valor de una variable A, debería producirse un cambio en el valor de la variable B. Esto implica que existe una relación de causa y efecto entre las variables y que los cambios en una variable pueden influir en el comportamiento.

Definiciones Funcionales: En contraposición a las definiciones esencialistas, el análisis funcional de la conducta utiliza definiciones funcionales para comprender las variables involucradas. Esto significa que la variable independiente se define por el efecto o la influencia que ejerce sobre la variable dependiente, y la variable dependiente se define como el cambio efectivo que ha producido la variable independiente. En esencia, ambas variables se definen en relación con la función que las conecta.

Contextualmente Dependientes: Otra característica fundamental del análisis funcional de la conducta es que los valores que una variable B toma para un determinado valor de A pueden depender del contexto en el que se desarrolla dicha función. Esto significa que las funciones son contextualmente dependientes, y que el entorno en el que ocurre el comportamiento puede tener un impacto significativo en los resultados observados.

Dependencia Histórica: Además, los valores que la variable B toma para un determinado valor de A pueden depender de la historia de relaciones entre ambas variables. Esto implica que las experiencias previas y las interacciones pasadas entre las variables pueden influir en el comportamiento presente. La historia de las relaciones entre A y B es un factor importante a considerar en el análisis funcional de la conducta.

Es importante destacar que el análisis funcional de la conducta difiere del enfoque mecanicista tradicional, que busca encontrar una única causa originaria de un fenómeno. En cambio, adopta una posición probabilística, reconociendo que el comportamiento humano es multifactorial y está influenciado por una compleja interacción de variables. Se busca identificar las variables que influyen en la conducta para poder comprender mejor el fenómeno.

Además, el análisis funcional de la conducta no busca establecer una relación de causa y efecto absoluta entre A y B, sino que acepta que pueden existir excepciones a las reglas establecidas. Esto se debe a la naturaleza compleja de la conducta humana y a la multiplicidad de factores que pueden estar involucrados en su manifestación.

El análisis funcional de la conducta ofrece una perspectiva rica y dinámica para comprender el comportamiento humano. Al enfocarse en las relaciones funcionales entre las variables, considerando su dependencia contextual e histórica, se abre la puerta a una comprensión más completa y precisa de la conducta.