Juan José Ruiz Sánchez

En contra de probablemente una gran cantidad de “seguidores”, el libro de Hayes y Hoffman de 2018 me resulta decepcionante por varios motivos:

1º Más que definir procesos (que pareciera el objetivo del libro), se hace un listado de conceptos variopintos desde diferentes ángulos (regulación, emocional, conductual, cognitivo, neurológico, etc.) bastantes inconexos tanto en lo teórico como en lo práctico.

2º Se plantea que las tres o cuatro perspectivas que presenta el libro (neurológica, conductual, cognitiva-emocional) son puntos de vista diferentes que parten de distintas filosofías de la ciencia y que pueden ser complementarias. Este razonamiento es ya una obviedad. Lo que no queda tan claro es cómo articular todo eso de manera práctica y útil para la clínica más allá de un “batiburrillo”, que se suele decir. No se ve nada claro cómo articular filosofías materialistas monistas (neurológica), dualistas (cognitivas) y materialistas interactivas (conductuales), si es que eso tiene una articulación posible y útil.

3º Quizás el mejor capítulo de la obra sea el introductorio donde, entre otras cosas, se afirma que existen grandes diferencias entre los dos autores principales (Hayes y Hoffman).

4º No parece derivarse de la obra grandes (ni pequeños) aportes para la práctica clínica del psicólogo, aunque sí que puede aumentar la jerga de sus conceptos explicativos, hablando de redes neuronales, relaciones de estímulos, contingencias y esquemas cognitivos.

5º Se puede objetar que el lector “no entendió nada”, o como hacían algunos psicoanalistas cuando se les criticaba, que es asunto de la “resistencia personal”. El hecho es que me parece lo que afirmo, y no me va mucho seguir reglas de complacencia a ciertas autoridades, que han escrito grandes obras, pero que en esta en particular, en mi opinión “patinan y mucho”.

Una segunda lectura

Tras publicitarlo en FB en una página https://www.facebook.com/groups/faping/ y haber intervenido Fabián Oláz para sugerirme una lectura alternativa del texto como propuesta de posibles procesos a investigar en su efectividad….y plantearme nuevos artículos sobre el tema… me pongo manos a la obra de buscar más información y doy con dos artículos sobre la terapia basada en procesos y el nivel correcto de análisis en este tipo de terapias

Mis notas

He encontrado una definición de Hoffman y Hayes (2018) en esos textos sobre que es un proceso: 

“Los procesos terapéuticos son los mecanismos de cambio subyacentes que conducen al logro de un objetivo de tratamiento deseable. Definimos proceso terapéutico como un conjunto de teorías, dinámicas, cambios progresivos y multinivel que ocurren en secuencias previsibles establecidas empíricamente”. 

Hoffman y Hayes (2018).

A ver cómo elaboro esto, y qué implicaciones prácticas tiene. De entrada (como argumento provisional), si deseo lograr el objetivo X, y uso por ejemplo la teoría psicodinámica del triángulo del conflicto de David Malan usando el manejo de la transferencia y logro ese objetivo, ¿estoy usando un proceso psicodinámico de la transferencia? Y si para el mismo objetivo X uso la reestructuración cognitiva y logro ese objetivo, ¿estoy usando un proceso cognitivo de reestructuración? ¿Y qué habría de común a ambos procesos más allá de su propia teoría y formulación? ¿Va por aquí esto? 

Continúa la cita.

“Nuestro argumento no es nuevo. De hecho, nos devuelve al principio del comportamiento. La terapia y su elemento fundacional – el análisis funcional”

Hoffman y Hayes (2018).
Para concluir

Sin duda son muy buenas intenciones. A ver en qué redunda. Pero sigo con mis dudas.

1º ¿Qué añade todo estos supuestos procesos a los super-conocidos y super-estudiados (y que se siguen estudiando) principios del aprendizaje operante, clásico y operante-relacional?

2º ¿La defusión, evitación experiencial, reestructuración cognitiva, etc., son realmente procesos? Parecen más bien conceptos, constructos y procedimientos, aunque útiles a veces, siguen siendo eso…constructos…..No son principios del aprendizaje (para mi criterio conductista radical, los verdaderos procesos)

3º También es curioso cómo en ese texto no aparece, al menos yo no lo vi, nada de la FAP, ¿será porque es conductista radical y no usa esos constructos?

En resumen, dudo de la novedad de la propuesta. Me sigue pareciendo más a los factores comunes de Frank que a otra cosa, y me parece un alejamiento del conductismo radical excesivo. Por ver está en qué contribuye a la clínica o al análisis y cambio psico-social. 

Creo que la expansión está más por el lado del socio-conductismo que por esta “comunidad de teorías”.